Violoncello

 

Era día Domingo por la tarde. Había pasado la noche anterior trabajando en un código de programación. Que por cierto no me había quedado del todo bien. Así que tome la decisión de salir a despejarme un poco.

Me encontraba caminando acompañado de mis pensamientos. Cuando decidí sentarme en una banca – jardinera. Estaba ahí. Pensando sobre código fuente, mi vida, pastel de chocolate, dinosaurios y todo lo relacionado con volver realidad mis sueños.

Cuando ella apareció.

Estatura promedio, para ser exactos como 1.62 m . Anteojos. Una vestimenta conservadora pero tradicional, adecuada para la ocasión. Cabello corto de color marrón casi rosando suavemente sus hombros. ¡¡ Casi lo olvido … y un gorro !!

Creo, el término adecuado es: violonchelista. La violonchelista sacó su instrumento «electroacústico», comenzó la afinación de este, colocó una pista, conectó unos cables a su bocina «en realidad no recuerdo bien el orden» y de repente:

Personas pasaban, iban y venían. Ella colocó su gorro en el piso con el objetivo de pedir un poco de reconocimiento al público urbano.

Y lo consiguió.

Yo estuve ahí. Presenciando ese milagro de Domingo. De inicio a fin.

Aquí es donde viene la reflexión del día:

¿Qué hay de tus sueños?

A mi también me gustaría tocar música en la calle. Por un momento volví a tener 17. Un chico con sueños. Y no es que sea viejo. En realidad soy bastante viejo.

¡¡ Que suene esa trompeta . .. !!

Es una característica de las personas. SOÑAR

Tienes la voluntad de trabajar para volver tus sueños realidad.

Nada de estar cansado. No vale estar triste. Mucho menos molesto o en estado de injusticia. Cuando llegues a mi edad: 140 años te darás cuenta de que todavía PUEDES LOGRARLO.

He decidido decirte esto para que tomes acción antes de llegar a los 140. Quizá 139.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *